viernes, 11 de enero de 2013

Nuevo Año no son Nuevos Propósitos

Ya mi calendario del 2013 tiene 11 cruces rojas marcadas, así que haré algo bien simpático. Ya sé que el período navideño pasó, el gordito del trineo se fue a comer chupetas de maracuyá a Brasil (seamos realistas... los cepillados de agua congelada aburren después de un tiempo), la pólvora se gastó el 31 (y ni hablar de los "globos de incendios") y los camellos dejaron su marca hace cinco días en España y... en la arena por supuesto.

Pero bueno, aunque los años vayan pasando, hay algo que no cambia, por más que uno quiera, y eso son los propósitos de Año Nuevo... Es divertido escuchar a tu familia y vecinos repetir lo mismo todos los años, sabiendo que a los dos meses estarán haciendo precisamente lo que dijeron que no volverían hacer después de regarse la cabeza con agua bendita y hacer la lista de promesas (sumergida en agua bendita tambíen). Así que este año hice un pequeño experimento en donde vivo, que consistió en lo siguiente:

Le di una hoja a cada vecino con 10 espacios para rellenar, y les pedí que solos o con su familia, hicieran una lista de los 10 propósitos que tenían para el Nuevo Año. Para que acptaran, les garanticé que cada cuestionario sería anónimo y que no daría detalles a ninguna persona acerca de lo que respondió cada uno en lo personal.

Estuve las madrugadas del 3 y 4 de enero revisando los resultados de las listas, y me encontré con un patrón en particular: Casi todas comenzaban con propósitos referentes al bienhacer de la persona, con cosas que quería mejorar de sí mismo, luego cambiaba a propósitos con respecto a sus familias y finalmente propósitos referentes al trato con personas exteriores. Hubo unas tres o cuatro listas donde incluso ponían ciertas cosas... escatológicas que no puedo nombrar por aquí, y que por mi salud mental omitiré...

Volviendo al tema, agrupé los propósitos que más aparecieron en las listas y cree el Top 10 de Propósitos para el 2013, el cual les comparto a ustedes:

  1. Este año dejaré de [fumar/beber].
  2. Rebajaré los [número de] kilos que aumenté en diciembre.
  3. No volveré a jugar [loteria/bingo]
  4. Dedicaré más tiempo a mi familia.
  5. Trataré de ser mejor con mi(s) [hijos(as)/padre(s)/hermanos(as)].
  6. Este año sí le compraré regalos a mi [miembro de la familia].
  7. Trataré de esforzarme más en mi trabajo.
  8. Leeré un libro.
  9. Procuraré no odiar tanto a mi jefe.
  10. Llegaré temprano a trabajar.
No negaré que me reí con algunos propósitos mientras los leía, pero es que había algunos que te sacaban un "¿En serio?" de tu garganta mientras tu mente los procesaba. Me pareció curioso sin embargo que "Leeré un libro (o al menos un libro) tuviera un lugar en la lista ya que son muy pocas las personas que viven por aquí que tienen el hábito de la lectura inculcado. Eso alegró un poco mi alma...

Pero bueno, fue interesante hacer este pequeño experimento, con el cual pude comprobar que diciembre es un mes contradictorio: es considerado el mes de la felicidad y los buenos deseos, pero al mismo tiempo el mes con la mayor tasa de suicidios y rupturas familiares.

Quién sabe, quizás este año sí se cumpliran, quizás...

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