Como pez FUERA del agua

"Verga Gabriel, yo no sé qué haces o qué escribes, pero lo que atraes siempre es a pura gente loca".

Admito que me reí mucho al escuchar esa frase que me dijo mi mejor amiga hace unos días, pero sólo para hacer un conteo y no dejar el asunto pasar decidí repasar con ella mi historial de conversaciones para ver los nombres de las personas con las que converso día a día.


El resultado, después de un pequeño proceso de descarte y un poco de mala actitud es que en verdad hay ciertas personas a las que perfectamente podría describir con ese adjetivo... "loca". Son personas cuyo comportamiento o manera de ser no entrarían en la definición de "normal" que la sociedad ha creado.

En este punto del artículo me corresponde decir: "No me importa que ellos sean así, los acepto como son", pero hoy realmente no me siento con ganas de decir eso, sino más bien:

... así de simple. A veces no se siente bien despertarse y ver ese montón de conversaciones de gente que sólo te busca cuando lo necesita y después de allí desaparecen hasta que un agujero negro se traga lo que haya en su computadora, o por alguna razón recuerdan que eres alguien bueno en matemática, química, física y esas materias a las que todos le hacían una cruz y que por alguna razón se te daban fácil.

Sin embargo, caigo en el hecho de que a pesar que son personas que realmente no valen la pena mantener, están allí, en el historial de conversaciones, agarrando polvo mientras un pequeño pedazo de mí espera escucharles de nuevo a ver si tratan de contactar de nuevo.

"Pero no lo harán"

Sí, es lo triste... por eso ya resolví el tema hace tres minutos. No sé en verdad muy bien cómo funciona todo esto de las amistades, en esos temas siempre me he sentido como pez fuera del agua... trato de cambiarlo, pero las barreras que se han levantado son muchas, así que el camino se ha vuelto difícil. Escribo, es algo que me ayuda, y mi nuevo trabajo me obliga a ponerme en contacto con mucha gente, por lo que aprovecho de obtener historias y escribirlas en un pequeño cuaderno cuadrículado.

"Aww tienes un diario... que triste que tengas que hablar con un cuaderno..."

Realmente no quiero responder eso último. Lo que puedo decir es que me ayuda a plasmar varias cosas y muchas historias... y varias ya están acabando aquí. Así que en realidad, no me importa tenerlo.

Seré un pez fuera del agua... pero no significa que no intente volver a ella.